Ubisoft sacudido por acusaciones de abuso en AC Shadows

Autor : David Jan 18,2025

Ubisoft sacudido por acusaciones de abuso en AC Shadows

Ubisoft responde a las acusaciones de abuso en un estudio externo

Ubisoft ha emitido un comunicado expresando su profunda preocupación por las acusaciones de abuso físico y mental grave en Brandoville Studio, un socio de subcontratación de Indonesia que contribuyó a Assassin's Creed Shadows. Si bien el abuso no ocurrió dentro de Ubisoft, la compañía condena enérgicamente tales acciones y destaca la necesidad urgente de una mayor protección de los trabajadores dentro de la industria del juego.

Un informe de investigación reciente del canal de YouTube People Make Games detalla relatos inquietantes de abusos perpetrados por Kwan Cherry Lai, el comisionado y esposa del director ejecutivo de Brandoville. Estas acusaciones incluyen el abuso físico y mental de la empleada Christa Sydney, prácticas religiosas forzadas, privación extrema de sueño e incluso la coerción de autolesión. Varios empleados de Brandoville han corroborado estas afirmaciones, citando más casos de explotación financiera y exceso de trabajo de una empleada embarazada, lo que resultó en un parto prematuro y la trágica pérdida de su hijo.

La historia de Brandoville y la investigación en curso

Fundada en 2018, Brandoville Studio dejó de operar en agosto de 2024. Según se informa, las acusaciones de abuso se remontan a 2019, un período durante el cual el estudio trabajó en proyectos como Age of Empires 4 y Assassin's Creed. Sombras. Las autoridades indonesias están investigando actualmente estas afirmaciones y tratando de entrevistar a Kwan Cherry Lai, quien, según se informa, se encuentra en Hong Kong. Las perspectivas de justicia para las víctimas siguen siendo inciertas.

La lucha constante de la industria del juego contra el abuso en el lugar de trabajo, que abarca acoso, malas condiciones laborales e incluso amenazas de muerte en línea, subraya la necesidad crítica de mejorar la protección de los empleados. Este caso sirve como un claro recordatorio de los problemas sistémicos que persisten y exigen una acción inmediata e integral para garantizar un entorno más seguro y ético para todos los desarrolladores de juegos.